Percepción de los pacientes acerca de la profesión enfermera en Atención Primaria.

#ENEvol9n3

Desde la revista de enfermería ENE nos adelantan las conclusiones de unos de los artículos relacionados con la visibilidad enfermera que publican en su último número (#ENEvol9n3):

Ramos Santana, S., Brito Brito, P., Sánchez Nicolás, M., Fernández Gutiérrez, D., AVEAP Tenerife Grupo de Trabajo. (2015). PERCEPCIÓN DE LOS PACIENTES ACERCA DE LA PROFESIÓN ENFERMERA EN ATENCIÓN PRIMARIA. ENE, Revista de Enfermería, 9(3). Consultado de http://www.ene-enfermeria.org/ojs/index.php/ENE/article/view/559

En las respuestas de los pacientes encuestados se pueden observar percepciones mayoritariamente favorables (superando ocho de cada diez casos) sobre aspectos de la profesión enfermera como conocimiento de su labor, toma de decisiones, disposición para el paciente, capacidad diagnóstica de necesidades, resolución de problemas e impacto en el funcionamiento de los centros de salud. Esta mayoría de consideraciones favorables puede contrastar con la creencia, errónea al parecer, del colectivo enfermero sobre un bajo reconocimiento social. Sin embargo, cuatro de cada diez participantes en el estudio opina que los cuidados enfermeros están supeditados a las órdenes médicas. De este modo, comprobamos cómo se repite el patrón social de creencias acerca de la enfermería, entendida como una disciplina con un papel secundario, no protagonista y bajo la jerarquía médica.

Por otro lado, las personas mayores visitan más el centro de salud y a las enfermeras, teniendo además mayor conocimiento sobre su labor. Parece, por tanto, que el conocimiento de la labor enfermera está relacionado con un mayor contacto con ésta. Ese mismo grupo de pacientes mayores cree que la denominación correcta es la de ATS o practicante, lo cual puede tener relación con su pertenencia a una generación en la que se convivió con dichas figuras profesionales.

El hecho de que sean los hombres quienes consideren en mayor medida que las enfermeras no tienen capacidad diagnóstica nos plantea la posible relación que puede tener esto con una profesión predominantemente femenina e históricamente supeditada al colectivo médico, mayoritariamente masculino, tal y como han descrito algunos estudios etnometodológicos (3).

Además, a la capacidad diagnóstica se vincula mayor nivel de estudios y una correcta denominación. Estos pacientes reconocen que las enfermeras están a su disposición, más que a la disposición del médico. Quienes mantienen este mayor contacto con las enfermeras, también piensan que son personal clave para el funcionamiento de los centros de salud.

Nuestro estudio obtiene, en parte, resultados similares a los mostrados en el informe “Radiografía de la Enfermería española: visión política y visibilidad social” (7), que muestra la opinión de los ciudadanos sobre las funciones y ámbitos de actuación de las enfermeras. Como se concluyó en la Declaración de Granada en defensa del conocimiento enfermero, DEGRA (2012) existe preocupación sobre el legado de la Enfermería como ciencia dirigida al cuidado de las personas, manteniéndose una tendencia constante de no visualización de la profesionalidad y labor de las enfermeras, lo cual minimiza su impacto asistencial, así como la función social y capacidad para producir beneficios directos en la ciudadanía de forma independiente. El colectivo enfermero de este país siente una profunda y continua falta de reconocimiento social, político y profesional (8). No se comparte que cuando se habla de atención sanitaria y de la prestación de servicios de salud a la población, ésta sea entendida sólo como atención médica y se contemple el cuidado como un entramado al servicio de terceros y no del paciente, olvidando que los resultados en salud se consiguen a través de la dedicación efectiva de equipos interdisciplinares.

Como conclusión de nuestra investigación, podemos afirmar que la visibilidad enfermera es mayor cuando existen más interacciones de cuidados con los usuarios. Consideramos que esta conclusión debe ser asumida como una fortaleza que permitiría mejor conocimiento de la práctica real enfermera a mayor contacto con los pacientes. Parece oportuno entonces dedicar más esfuerzos a reforzar la visibilidad en base al trabajo con los propios pacientes, en lugar de hacerlo con un argumento de espera “pasiva” centrado en la esperanza y querencia de ser reconocidos “desde fuera”, o sea, desde la propia sociedad. Creemos que la profesión enfermera puede definirse mejor utilizando como argumento principal de su demanda aquello que hace en la práctica más que definirse mediante aquello que dice que es o que podría ser.

Lee el artículo completo aquí:

Ramos Santana, S., Brito Brito, P., Sánchez Nicolás, M., Fernández Gutiérrez, D., AVEAP Tenerife Grupo de Trabajo. (2015). PERCEPCIÓN DE LOS PACIENTES ACERCA DE LA PROFESIÓN ENFERMERA EN ATENCIÓN PRIMARIA. ENE, Revista de Enfermería, 9(3). Consultado de http://www.ene-enfermeria.org/ojs/index.php/ENE/article/view/559

 

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