La Enfermería no es la única invisible. Los verdaderamente invisibles son los pacientes.
Ese es el sentimiento que tuve tras estar este verano en Atención Primaria, a través de las consultas de enfermería y con visitas domiciliarias en un Centro de Salud:
- A la casa de María acudía 3 veces por semana (Lunes, Miércoles y Viernes) para realizarle una cura en sus piernas y su posterior vendaje compresivo. María vivía sola, en un piso de Granada sombrío y su única distracción era ver la televisión. No quería salir a la calle ni para comprar el pan (hasta una vecina le hacía la compra semanalmente para que ella no tuviera que salir). Fué ella quien me dió su confianza para hablar de su vida y recordar su pasado mientras yo la curaba. Hablábamos sobre lo que María quería, ya fuesen las noticias del día como las dudas su enfermedad. Cada día me manifestaba su alegría por mi llegada, ya que podría hablar con alguien. Se sentía sola, se sentía “invisible”.
- A la casa de Miguel acudía 2 veces por semana (Lunes y Jueves). Miguel se había tropezado por la calle y le habían operado de las fracturas en la tibia y peroné. Le pusieron una férula en la pierna derecha y tenía pavor a salir a la calle, ya que estaba con “baja laboral” y refería que su jefe estaba presionándole para que se fuera de la empresa. También vivía solo y durante los 30 minutos que yo tardaba en curar su pierna, él me manifestaba sus inquietudes y problemas, hablando de su vida y su familia que vivía en la Alpujarra.
Éstos son solamente dos ejemplos que me han servido para reflexionar sobre #EnfermeríaVisible.
Desde este verano ya no puedo dejar de pensar en el paralelismo existente entre la situación en la que se puede encontrar la enfermería y los problemas que pueden tener los pacientes. Y cada vez que pienso en la «Visibilidad de la Enfermería», no puedo separar al paciente de la figura de la enfermera, ya que entonces estaría cometiendo un grave error no teniendo en cuenta a mi principal consumidor de los cuidados.
De separar la dualidad “Paciente-Enfermera”, la Enfermería no avanzará ni adquirirá el lugar que se merece si no vamos recorriendo ese camino junto a él: Informando al paciente, orientándole con los mejores de los consejos basados en evidencias, resolviendo sus dudas e inquietudes en su proceso de cuidado, etc…
Al colectivo enfermero nos falta quitarnos las vendas de los ojos, para darnos cuenta que es a través del cuidado y dando la voz al paciente la mejor vía para que la enfermería pueda llegar a tener una mayor relevancia y el reconocimiento que pide.
Dedicado a mis pacientes del CS. Fortuny-Velluti (Granada) que durante este verano han podido dejar que les cuide.
Los nombres de los pacientes han sido cambiados para preservar la identidad del paciente. A los paciente se les pidió su consentimiento para poder hablar sobre ellos en este post.
Gracias José Manuel por captar tan bien la esencia de la Atención Primaria y qué razón, cómo va a ser visible un profesional cuyo producto y cliente sean invisibles y no reconocidos? Gracias!!