La imagen de las enfermeras en series de TV españolas

Una muestra de la imagen social que se tiene de las enfermeras es cómo se personalizan éstas en el cine y en la televisión. Las series relacionadas con la temática sanitaria son un buen ejemplo de ello. Y en España hemos tenido varias en las últimas décadas. Son solo un ejemplo aunque bastante significativo, por el impacto de dichas series en cuanto a audiencias. El primero de los ejemplos que elegimos se remonta al período que va desde la mitad hasta finales de los años 90. La serie «Médico de familia» tuvo cuotas de pantalla altísimas (entre el 40 y 48%) durante 5 temporadas (1995-2000). La «enfermera» de esta serie se llamaba «Gertru» y lucía uniforme con falda corta, escote, moño horrible (o coleta) y mascaba chicle habitualmente. Juzguen ustedes mismos…

La Gertru en «Médico de Familia»

 Imagen 7

El segundo ejemplo corresponde a la serie «El Síndrome de Ulises». Esta serie se retransmitió entre 2007 y 2008 con una media de share del 14,4%, llegando a alcanzar hasta un 20%. La enfermera «Reyes» mostraba mucho carácter y criterio en su desempeño profesional pero, ya en el primer capítulo, enseñó bastante más que eso [adjuntamos enlace al vídeo]. Falda muy corta, top, botas y…

Reyes en «El Síndrome de Ulises»

Imagen 8

Ahora, en 2015, se anuncia una nueva serie en TV. De próximo estreno. Se llama «Allí abajo». La enfermera (jefa) es Carmen y, según lo anunciado, «dará caña a su doctorcito».  En el spot que nos presentan se «vende» la imagen de unas supuestas enfermeras que hablan entre el control y el pasillo sobre un mensaje en el móvil que comparten en un corrillo mientras bromean unas con las otras sobre la noche anterior y lo sucedido con un médico. Todo en un tono «erótico-festivo» que cierra con la letra de esa canción que dice «… para hacer bien el amor hay que venir al sur».

Carmen en «Allí abajo»

Imagen 9

El patetismo es absoluto. No digo que estas series no sean divertidas o que no proporcionen entretenimiento pero lo que sí que es indignante es que se afiance (Y NO PASE NADA) esta imagen de las enfermeras. ¿Y si se hiciera con los médicos, por ejemplo? ¿Qué sucedería? Estoy casi convencido de que la emisión se detendría. Pero claro, son enfermeras…

A continuación, una anécdota, como ejercicio de autocrítica. Recientemente tuve la ocasión de estar como acompañante de un familiar en una unidad de recuperación de quirófano durante varias horas (3 ó 4, no recuerdo exactamente). Bien, como agente «externo» pude observar y vivir el «comportamiento» de las enfermeras en aquel entorno. Comportamiento tanto profesional como personal. La verdad es que ambas cuestiones se mezclaban mucho, indiferenciadas. Lo que pude comprobar es que las enfermeras en no pocas ocasiones conversaban entre ellas «a viva voz» sobre temas personales: una tenía una hija con dolores menstruales que la había llamado preocupada al trabajo desde la universidad porque no sabía si marcharse, tomarse un antiinflamatorio o quedarse en clases; otra comentaba en tono bromista sobre el perfil que una tercera persona tenía en su `whatsApp´ de lo cual deducía (también en voz alta en aquella sala de observación) que aquella otra persona estaba viviendo algo así como un momento vital feliz; la otra hablaba sola sobre la inutilidad del programa de historia informatizada… Luego los gestos, las miradas… Indicaban cierto trato de condescendencia hacia su entorno, sobre todo con pacientes y familiares… No sé si me explico. Creo que sí.

Es curioso pero para lo único que aquellas enfermeras eran discretas y conservadoras era para hablar ¡del paciente! Se ocultaban (literalmente) detrás de la cortinilla al pie de la cama ¡susurrando! sobre el estado general del allí tumbado/a. Susurrando si es que estaba consciente y orientado. Si no era así, daba igual. Me pareció fuertísimo y curioso, muy curioso. Vociferaban sobre sus asuntos personales, incluso íntimos, y susurraban para hablar del curso clínico del paciente sin contar con él mismo ni sus familiares y con un trato caritativo, denigrando incluso la dignidad y autonomía con frases muy manidas que todos conocemos: «relájate, estás muy nervioso/a y eso no te viene bien»; «es imposible que tengas los efectos secundarios que me estás contando con esa dosis tan baja de medicación»; «eres una persona de base ansiosa y por eso estás así»… Y todo esto en solo 3-4 horas…

Que cada cual saque sus conclusiones. Creí que era interesante la «mezcla», el contraste de cómo se nos muestra en los medios de comunicación, en el caso concreto de las series televisivas, con algunas experiencias que todos, seguro, hemos vivido con «algunas» enfermeras. ¿Debiéramos hacérnoslo mirar o mirárnoslo nosotros directamente sin «pelearnos» unos con otros? ¿Seremos capaces? Seguro que sí.

Dr. P. Ruymán Brito Brito. Enfermero. Editor del blog «El diagnóstico enfermero».

Marcar el enlace permanente.

3 comentarios

  1. Lamentablemente tengo que darte la razón en todo. Aún así, quienes creemos en que lo que hacemos tiene suficiente valor como para sacrificar nuestro tiempo, trabajo, dinero,…no
    podemos rendirnos ante actitudes costumbristas que hacen mucho daño a nuestra profesión. Ante el ejemplo de esas «tituladas para ejercer la enfermeria» está el de profesionales como tu. Animo y gracias por dar ejemplo.

  2. Ruth González Manso

    Es cierto que la visión bastante denigrante de que la enfermera vaya con mini falda y sea muy sexy está cambiando gracias a Dios. No podemos olvidar que es una fantasía sexual muy extendida y las series buscan morbo para que la gente las siga. Triste pero es así.
    A mí no me molesta que la gente nos vea como dicharacheras entre nosotras, porque es cierto, que si nos observan desde fuera somos así generalmente. Creo que eso no merma nuestra profesionalidad. Lo que la gente tiene que ver que aparte de ser dicharacheras de vez en cuando, trabajamos un montón y somos unas profesionales como la copa de un pino. Esta serie de Allí Abajo concretamente aparte de que la protagonista sea enfermera es andaluza. O sea que dejan en muy mal lugar a los sanitarios andaluces. Dejan entrever que son peores trabajando que en el resto del país. Es un topicazo que a mí personalmente si fuera andaluza me molestaría sobremanera. Está bien reírnos de topicazos pero hay algunos que se deberían cortar de raíz porque menoscaban la imagen de muchos profesionales.
    Además de todo esto quería comentar que hay otro personaje que es enfermero del Samur en la serie del Ministerio del Tiempo interpretado por Rodolfo Sancho.
    En más de una ocasión en las series se da por hecho que si eres hombre y eres enfermero tienes que ser de extrahospitalaria por lo menos. No en todos los casos pero me llama la atención que la que está a pie de cama siempre es una mujer y el que salva vidas y es un héroe es un hombre. No sé qué opinaréis.
    Y ya para terminar (perdón si esto es muy extenso)os recomiendo ver la película de Hable con Ella de Almodóvar para ver otra visión completamente distinta de la enfermería

  3. No te quito la razón en que la imagen de la enfermería en las series es bastante denigrante, puesto que siempre se busca el topicazo de la enfermera sexy, la enfermera secretaria del médico, o el topicazo de vieja bruja cotilla que se cree dueña del hospital… Si bien es cierto que a mi la serie de Allí Abajo me sorprendió por plantear un tema tan escabroso como es la compra de material en base a los regalazo que las empresas hacen a los gerentes, sin que a estos los importen lo mas mínimo la calidad de los mismos…

    Con respecto a lo que cuentas de tu experiencia en el hospital, es casi imposible que en el ámbito se trabajo no se mezqule el trabajo con lo personal… La cuestión es no saber respetar al paciente y cotillear delante suumya, a voz en grito…
    Aquí es donde entra la importancia de quien realmente amamos y valoramos nuestra profesión sepamos respetarla, y la defendamos, con coherencia.

    Muchas veces falla que quien trabaja como enfermero no ha vivido nunca una enfermedad como paciente, lo ve solo desde el lado del que trabaja y no desde quien sufre y necesita de ayuda… Tener y haber vivido las dos experiencias ayuda mucho a el trabajo

Responder a Victoroa Cancelar la respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *